como un tesoro precioso,
la calidez de tu abrazo...
las palabras sencillas de consuelo,
más veces me has levantado...
tú de la tumba que ningún Lázaro,
he deambulado en los valles fríos...
sin miedo gracias a tus consejos,
por eso no olvido y honro la amistad....
y el coraje prodigados,
tarde me acordé de devolver...
te habías ido en silencio....
dejando la puerta.....
de la muerte entornada,
fuiste un padre, un hermano, un hijo,
y no hizo falta sangre ninguna de por medio.
sin miedo gracias a tus consejos,
por eso no olvido y honro la amistad....
y el coraje prodigados,
tarde me acordé de devolver...
te habías ido en silencio....
dejando la puerta.....
de la muerte entornada,
fuiste un padre, un hermano, un hijo,
y no hizo falta sangre ninguna de por medio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario